Otro mensaje es el de una situación que nos negamos a abandonar, aunque ya carece de sentido el mantenerla. Quizás sin pensamos en una relación que ha causado demasiado dolor y ante la que no podemos hacer ya nada.
Otra posible significación es el miedo a enfrentarnos ante un cambio necesario. La dificultad para atreverse a iniciar un proceso de cambio, ya sea por timidez o por falta de auto confianza.
La imagen de no atreverse a luchar por los sueños también figura como posible explicación de la carta en posición invertida.
Simbología
La representación en el Rider-Waite es la de una persona que, de espaldas a la carta, abandona su lugar en el mundo. Deja atrás las copas, que forman una doble hilera (cinco en la base, tres encima de ellas). El hombre que camina lo hace con un bastón en su mano derecha. Se le ve subiendo una pequeña altura del terreno, al fondo se ven algunas colinas más grandes.
Las copas no están caídas, ni falta ninguna de ellas, pero el hombre conoce que ha llegado el momento de partir. El agua, presente mediante un riachuelo que acaba de cruzar, simboliza el dejar atrás la situación actual. El cambio es necesario.
Comparada con la misma carta del Tarot de Marsella, el sentido es bastante diferente. En el Tarot de Marsella, el ocho de copas es una figura de estabilidad, de gran simetría en sus formas. Trasmite un mensaje de solidez, mientras que en el Tarot de Rider el cambio es la tónica imperante.
La carta que se presenta en el Tarot de Rider-Waite recuerda mucho la figura del Ermitaño.